Remedios contra los enemigos de la piel
Origen de los problemas de la piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo y, por lo tanto, el más atacable por los efectos nocivos de diversos factores ambientales: las partículas de aire contaminado y los rayos UVA causan el aumento de la oxidación de las células de la piel, con un aumento en el número de radicales libres. Este fenómeno, conocido como estrés oxidativo, afecta el ADN de las células de la piel y altera su función: de ahí la aparición de signos visibles de envejecimiento, y la piel que tiende a parecer opaca y frágil, menos firme y menos elástica. Además, al desencadenar la reacción de la capa más externa de la piel, el estrés oxidativo causa, en algunos casos, la aparición de enrojecimiento e irritación, así como arrugas o manchas en la piel.
Soluciones a tu alcance
Para ralentizar estos procesos degenerativos es necesario cuidar la piel y una buena integración de los micronutrientes específicos.
En primer lugar, tenemos en cuenta que en el tejido conectivo hay moléculas como el ácido hialurónico, la elastina y el colágeno que mantienen el tono y la elasticidad de los tejidos: si estas moléculas sufren daño oxidativo, pierden su función y el tejido de la piel pierde tono, con la aparición de arrugas. Por estas razones, es aconsejable integrar estas sustancias.
La exfoliación es un proceso fundamental para eliminar toxinas y revitalizar la epidermis mediante la eliminación de todas las células muertas: tanto para la piel de la cara como para el cuerpo, los expertos generalmente recomiendan repetir la operación al menos cada 7/10 días.
Siempre es necesario protegerse durante la exposición al sol: el uso del protector solar SPF 50 para la cara y el cuerpo, especialmente en el caso de pieles claras y delicadas, es esencial para proteger contra el envejecimiento y las arrugas tempranas.
Siempre es preferible el uso de productos libres de sustancias químicas agresivos, sin parabenos, aceites minerales, sles, parafina, DEA y accesorios de formaldehído.